La relación entre los humanos y las morsas nunca ha sido buena para la morsa, sin embargo los seres humanos si hemos sido capaces de beneficiarnos de ellas en variedad de maneras diferentes. Tal fue el caso que casi llevó a la extinción a la morsa en varios periodos de la historia. Las culturas primitivas, en torno a las regiones árticas, tienen historias y leyendas que se han transmitido de generación en generación, estas incluyen la caza de la morsa para la alimentación y por la capacidad de fabricar las herramientas que necesitaban para su propia supervivencia.
Hoy en día parte de este mismo tipo de caza sigue teniendo lugar, por supuesto que tienen métodos más avanzados para garantizar una cacería exitosa. De hecho, estas personas son los únicos capaces de cazar legalmente a la morsa en muchas áreas.
Desde el principio, una de las principales motivaciones de los seres humanos para matar a la morsa fue por el marfil de sus colmillos. Hasta que fue prohibido, cientos de morsas fueron asesinadas por su marfil, hoy en día todavía esta cacería tiene lugar, pero no al mismo nivel. Gracias a la tecnología ahora tenemos fuentes alternativas que son menos costosos pero igualmente efectivos que el marfil.
La mayoría de los seres humanos están a salvo de la morsa y, nunca ha habido un informe de un ataque sin motivo o de una morsa hacia un ser humano, sin embargo, la morsa es un peleador fuerte y hará todo lo posible para protegerse y proteger a su descendencia. Algunos cazadores han perdido la vida o sufrido lesiones graves debido a la falta de preparación contra la fuerza y la agresión de la morsa a la que estaban atacando.
Muchos argumentan que el hábitat natural de la morsa no está siendo dañando pues, la mayoría de los humanos no desean vivir en el frío ártico, sin embargo, todavía somos capaces de afectarlos negativamente a causa de nuestras acciones. El ruido parece ser un gran problema de estrés para la morsa, cuando los seres humanos se encuentran en la zona, con aviones u otros dispositivos. El mayor problema inmediato será la estampida hacia el agua, donde muchos de los jóvenes, así como los viejos serán pisoteados en este revuelo por la supervivencia. Los esfuerzos de conservación tratan de evitar que las rutas de vuelo cubran las principales áreas donde vive la morsa.
El hecho de que, seguimos destruyendo el medio ambiente en todo el mundo, debido al calentamiento global, también debe ser tomado en consideración pues nuestras acciones están agotando su entorno natural. Esto hace que les sea más difícil a las morsas encontrar comida y tomar parte en el proceso de cría y reproducción. Es el resultado, números más bajos, así como una vida más corta para las morsas.
Los seres humanos han sido, durante mucho tiempo, la mayor amenaza para la morsa. Afortunadamente muchos seres humanos están de su lado, y trabajan con distintos esfuerzos de conservación para educar al público y proteger la forma de vida de la morsa. Se necesita mucha dedicación y esfuerzo, para ver los resultados de tales esfuerzos, si quieres ayudar a proteger a la morsa puedes averiguar cuáles son sus planes de acción, luego, decida como quiere ser parte para ayudar.